En casa con compañia (Lawrence)

No supo que hacer cuando le quito el vestido, con las medias de liga negras que llegaban hasta lo alto de sus largas piernas, y el conjunto de ropa interior negro con corazoncitos rojos que de normal tan segura le hacia sentir, pero que en esta ocasión, solo hacia que aterrorizarla, se abrazo a si misma cubriéndose un poco el pecho y mirando hacia otro lado, aunque jadeo con fuerza al sentir como le acariciaba, temblando entre miedo y placer…

-Lawrence…yo…._ quería seguir pero el miedo la embargaba, y al parecer el vampiro estaba demasiado ansioso y eso no sabia si utilizarlo como halago o temor…

Cuando vi que la duda y el pudor invadían su rostro me incorporé de golpe y la envolví en mis brazos, pegando mi frio y duro torso a su pecho. Habia ido quizás demasiado deprisa. Iria más despacio, lo hariamos a su manera si queria. Pero ahora no se me iba a escapar... Ya me habia provocado bastante y si yo asumia las consecuencias de mis actos, ella asumiria las suyas.

- ¿No te gusta que te mire?- le pregunté en un susurró, mientras besaba su mejilla.- No tienes nada malo que esconder. Tienes un cuerpo espléndido...

Me separé un poco para mirarla a los ojos y le sonreí.

Se sonrojo aun mas cuando halago su cuerpo, jadeando en el nuevo beso…

-Yo solo es que…yo nunca…_ le miro apurada, con una mezcla de vergüenza temor y ansias acumulada en su pecho, le deseaba sentirle, pero aquello era demasiado nuevo demasiado inalcanzable o al menos lo era para su mente, cerro los ojos acariciando el rostro de Lawrence con la yema de sus dedos_ nunca soñé con tenerte así, creí que para ti solo era una niña y ahora…no se que hacer yo…nunca_ torno a decir mas que ruborizada…

Realmente no necesitaba que me dijese que esta era la primera vez que estaba así con alguien. Ella era una chica demasiado joven y pura. Algo intocable. Y yo era el único en la ciudad tan insensato como para tomarla sin permiso de nadie.

- No tengas miedo, princesa...- le dije con inocencia, pero sin perder la nota de seducción en la voz. cogí sus manos y las coloqué en mi pectoral. Las guié por todo mi torso. Mi musculatura no estaba demasiado marcada, pero era anatómicamente perfecta (modestia aparte) y fuerte. Después las subí hasta el cuello de mi camisa, invitándola a que me la quitase.

Mientras esperaba su decisión, acaricié su rostro y sus hombros y la volví a besar.

Melissa no pudo evitar una pequeña sonrisa, palpando los músculos de su vientre una vez mas al parecer le habían gustado…

-A mi también me agrada tu cuerpo_ dijo sonrojada besándole de nuevo, desabrochando muy lentamente aunque con manos temblorosas la camisa del vampiro_ si…si no hago algo bien dímelo_ le imploro mordiéndose los labios, se inclino para besar el pecho del mayor ahí donde lo había dejado al descubierto, acariciándolo liviano con sus largos y finos dedos…

Las descargas incrementaban en mi cuerpo a medida que ella me lo tocaba. Le pase una mano por los cabellos, rendedando los dedos en ellos, mientras Melissa me desvestía. Sin saber porqué me sentí incluso orgulloso de ello. Era un gran honor para mi ser el primero para ella.

Cuando terminé de jugar con su melena, bajé esa misma mano hasta el broche de su sujetador y lo desabroché sin problemas. La cogí con ambas manos de la cintura y me incliné sobre ella otra vez, tomando el control de la situación. La besé mientras yo mismo terminaba de quitarme la camisa. La tiré al suelo junto a su vestido con un movimiento 'casual', rocé mi pelvis contra la suya. Mis manos ya no sabían hacia donde dirigirse. Bajaban traviesas hasta sus muslos, jugueteaban con pequeñas caricias en su cintura, subian hasta sus hombros... El sujetador de Melissa estaba suelto y eso me estaba poniendo malo. Necesitaba ver lo que escondia aquella delicada prenda, pero no podía, porque se asustaria otra vez. Bajé mis besos hasta su cuello. era la zona prohibida para un vampiro, pero le habia besado ya tantas veces en la boca y tan apasionadamente que sus labios habian adquirido un tono rojizo más pronunciado. No me disgustaba en absoluto, pero queria probar todo su cuerpo. Comérmela entera y matarla de placer.

Melissa no podía hacer otra cosa que gemir y temblar, tanto placer le estaba nublando el juicio, y ya sentía la piel hecha cenizas, se mordió la lengua en un intento de no gritar al sentir como Lawrence desabrochaba su sujetador, aunque no lo quito, se aferro a su cuello, ayudándole a dar la vuelta, y quedarse bajo el…

-Lawrence…_ sabia que no era el mejor momento pero quería saberlo, necesitaba saberlo_ ¿Que aaahhh que sientes por mi?_ jadeaba cogiendole la mano y poniéndola en su vientre...

- Te lo he dicho ya ¿no?- murmuré sensual mientras le besaba en la barbilla y bajaba poco a poco por su garganta hasta su clavícula, donde le lamí con suavidad.- Te deseo, quiero poseerte, quiero sentir tu piel sobre la mia y que digas mi nombre entre jadeos. Lo quiero todo de ti...

Bajé hasta su vientre y quité la mano para poner mi lengua. Hice círculos con ella alrededor de su ombligo. Mi liso cabello acariciaba su piel. La miré en espera de su bendidión y ladeé la cabeza, en un movimiento que fue una mezcla entre inocente y seductor.

- ¿Piensas que solo me importa tu cuerpo?- pregunté.- Te equivocas.

'También me importa tu poder y tu influencia', dijo mi mente. 'Ella entera. La quieres.' afirmó una parte de mi. No, solo estaba encaprichado. Nunca me habia colado por una mujer y no lo habia hecho ahora. Eso solo fastidiaba mis planes. No la queria... No...

La besé sin esperar respuesta. No pude evitarlo. Aquella chica me estaba volviendo loco. ¿Como podia ser que fuese capaz de crear en mi tal impaciencia, con lo prudente que habia sido siempre? Esa parte romántica de mi inconsciente volvió a salir a la luz, pero la rechacé.

Se arqueo al sentir la lengua en su ombligo…se estaba consumiendo y no podía mas, pero Lawrence no le decía lo que le había pedido…

-Aaaa…Lawrence por favor, respóndeme, no te he preguntado que deseas, no ahora, si no que sientes por mi…por favor…

Se mordió los labios intentando observarle, aunque la humedad de sus ojos por la excitación…por las palabras del vampiro que le estaba enloqueciendo…

- Te quiero...

Me sorpendí a mi mismo con aquellas palabras. Habia contestado antes de pensar, antes de poder 'mentir'.

Si me hubiese parado a meditar la respuesta, seguramente habria pensado que decir aquello era lo mejor para poder garantizarme que ella iba a seguir adelante. Y me habria sentido realmente orgulloso de mi mismo por ser tan buen actor.

Pero lo que más me molestaba y me inquietaba era haberlo dicho de verdad. Le habia dicho que la queria y habia salido de mi. ¿Un descuido, un desliz? Eso esperaba, porque me preocupaba mucho...

Suspiro al escucharle cerrando los ojos y derramando una sola lagrima que callo liviana por su sonrosada mejilla, deseaba creerle, lo necesitaba, por que no quería parar, no quería despertar de ese delicioso sueño, llevo la mano que le había cogido antes hasta el borde de su desabrochado sostén, dándole a entender que continuara…

-Hazme creerte, demuéstramelo…_ susurro suplicante a su oído, aferrándose a su cuello y buscando sus labios con desesperación…

Realmente la petición de Melissa no me costaba nada de realizar. Mientras la besaba agarré su sujetador y lo deslicé hacia abajo, quitándoselo. La cogí de la cintura y me incorporé un poco, llevándome conmigo. Bajé la cabeza y mi lengua le ofreció un delicado masaje en sus sonrosados pezones, obligándola a arquearse contra mi. Estaba deseando morderlos pero no poda ser. No en ese momento.

Una de mis manos bajó hasta su muslo y mi dedo acarició el borde de sus braguitas. Ascendió por el costado y empezó a hacer lo mismo con uno de sus pechos, mientras yo seguia saboreando el otro.

En un movimiento casual pude poner mi pierna entre las suyas, frotándola contra ella para comprobar su humedad.

Con mi mano libre cogí la suya y la conduje hasta mi cinturón de cuero. No era justo que ella estuviese ahora mismo solo con las medias y la ropa interior y yo en pantalones.

Melissa no podía hacer otra cosa que jadear y estremecerse, se mordió los labios cuando el vampiro comenzó a lamerle los sonrosados pezones, arqueándose y provocando que su pecho se pegara aun más a su boca…

Una pequeña lagrima, descendió lánguida por su mejilla al sentir sus dedos acariciando el encaje de sus braguitas, con una mezcla de miedo y deseo…

Su mano fue llevada a la botonera del vampiro, pero ella no solo notaba la cremallera, si no lo duro y excitado que estaba, sus gemidos se quebraron por los nervios, acariciando su largaría a través de la ropa, con los dedos temblorosos, buscando sus labios, jadeando a cada instante mas insaciable…

Tragué saliva para evitar un fuerte jadeo al notar su mano sobre mi miembro. Empezó a acariciarlo y en su cara noté las dudas que sentia en aquel momento. La duda de salir corriendo o entregarse a mi. Aparté mi boca de sus pechos, sustituyéndola por una de mis manos, con la que masajeé.
La otra bajó hasta su sexo e imitando su gesto, con dos dedos empecé a acariciar. Mi mano no tardó en notar la humedad que le estaba provocando. La besé entonces y acerelé, sin llegar a un ritmo demasiado rápido, pues no queria que, con todo el deseo que llevaba dentro, llegase al climax de esa manera.

- ¿Quieres que subamos a mi habitación?- le susurré al oido sin parar mi acción.

La pequeña gemía, arqueándose de puro placer y temor al sentir sus dedos friccionando ese punto en su cuerpo, demasiado excitada, sintiendo como se humedecía a pesar de que le tocaba através de la tela…
Cerro los ojos al escucharle, sabia lo que significaba ir a su cuarto…sabia que eso, era no poder dar un paso atrás…aunque tampoco lo quería…

-Si..aah_ susurro cuanto apenas muy bajito asintiendo aun con los ojos cerrados por miedo a arrepentirse…

Una sonrisa victoriosa se dibujó en mi rostro, pues sabía que ella no podía verla en su posición. Me relajé cuando me puse en su campo de visión y aparté la mano despacio. Con la otra mano le retiré unos mechones de la cara y después, con unos rápidos movimientos la cogí en brazos. Sus muslos me parecieron más apetecibles sobre mis manos y el movimiento de sus pechos iban a conseguir que mi erección no disminuyese de camino a la habitación.

Subí con tranquilidad, aunque podría haberlo hecho en un escaso segundo. Pero no queria que ella notase mi clara impaciencia por poseerla.

Una vez allí, la dejé caer con cuidado sobre las sabanas de terciopelo rojo que cubrian mi cama.

Me coloqué encima suya para seguir jugueteando. Volví a besarla y después le sonreí mientras mi dedo frio y travieso se distraia con su sonrosado pezón.

Melissa se aferro fuerte a su cuello, pegándose contra la fría piel del pecho de Lawrence, pues le aliviaba un poco el ardor que sentía en la suya.

Jadeo un poco, cuando le dejo en la cama, pues estaba tan sensible que hasta el terciopelo que le acaricio le hacia reaccionar, notando sus labios, que volvían a tomar posesión de los propios, la muchacha, entrelazo los brazos alrededor del cuello del vampiro para pegarle a el.

Le mordió sin pretenderlo el labio, cuando el otro, se dedico a juguetear con su pezón, arañándole la espalda…

-Lawrence…

Susurro su nombre, intentando tímidamente ponerse encima…

-Mmm...-ronroneé al notar sus uñas contra mi espalda. Podía parecer sádico, pero para un vampiro el sexo combinado con sangre era dificil de superar.

Dejé de torturar su pecho y con un rápido movimiento la coloqué encima. Desde mi nuevo punto de vista, las curvas se acentuaban más en el cuerpo de Melissa, así que sonreí travieso y le pasé las manos por la espalda, obligándola a inclinarse un poco más sobre mi. Sus pechos sonrosados colgaban juguetones y habria dado mucho de lo que tenia por poder hincar mis colmillos en ellos.

Sin dejar de mirar a la chica, empecé a desabrocharme el pantalón.

En cuanto estuvo arriba, se arrepintió, por que verse ahí, alzada, con Lawrence bajo ella, sintiéndose tan observada por las orbes del vampiro…
Se dejo llevar por el, notando como sus pechos blandos y calidos, se estremecían al aprisionarse contra el helado pecho del mayor…percatándose también de que intentaba desabrocharse la bragueta…
Jadeo insegura, pero llevo su mano, donde estaba la contraria, ayudándole a liberar su entrepierna, de los pantalones, aunque aun estaba cubierta por los boxers, ocultando su rostro en el cuello del bibliotecario, su aroma estaba mas exasperado, a causa de los nervios, jadeando y derramando su aliento en la fría piel…

-Lawrence….no pares, aunque tenga miedo, no pares…

Le rogó a su oído, acariciándole con los dedos su dureza, temblándole levemente el pulso…