Dando una vuelta por los pasillos.

Era por la mañana, aún no habían empezado las clases, pero yo ya estaba en el campus, me gustaba llegar temprano, y poder recorrer los pasillos. No había mucha gente a esas horas, o por lo menos, no donde yo me encontraba.
Nunca antes me había parado a observar el edificio, asi que aprobeché que no tenía nada que hacer aun, y me puse a pasear los largos pasillos.
Me acerqué a una gran ventana, por la cual entraba un precioso rayo de luz, que iluminaba la zona. Me apoyé en el alféizar, y me puse a observar. Se veía el jardín, era una vista preciosa. Me quedé así, observando, y pensando en mis cosas.

estaba demasiado cansada como para saber siquiera la hora que era... solo era consciente de que aún era muy pronto y de que alguien estaba caminando por los pasillos.

me arrastré hacia la puerta y sigilosamente, la entreabrí precavida.

a mi izquierda, una figura de cabellos lisos y largos se asomaba por la ventana, en silencio me acerqué a ella, despacio apoyándome en la pared rocosa de su espalda.

- si lo que quieres es suicidarte, no te pares a pensarlo, la velocidad de caída te proporcionará un paro cardíaco antes del impacto, pero si lo piensas es peor, se te pasa el vértigo y entonces sientes como tu cráneo explota y tu ultima visión será la de tu cerebro desparramado por el suelo, no te lo recomiendo - le dije con un tono de burla amistoso.

Me giré, muy sorprendida, para observar a quien se encontraba a mi espalda.
Era una chica, con el cabello largo, y ojos color carmín. Era vampira, aunque no me importó demasiado, ya que, a pesar de que la gran mayoría de vampiros y licántropos se odian, yo no odiaba a los vampiros, no me importaba en absoluto la raza de nadie.
Me quedé un momento observándola, bastante extrañada, por el comentario que había hecho.
-Pues....Por suerte o por desgracia, no tenía pensado suicidarme.- Dije, respondiendo con el mismo tono burlón que ella había empleado, y arqueando una ceja.-Me llamo Vantashia Vancastle. Encantada. ¿Y tu eres...?- Dije, con una pequeña sonrisa de amabilidad.

el aire de la calle trajo su aroma hacia mí, agh, que asquito. Contraje la nariz y procuré no respirar, quizas resultara ser una buena persona, despues de todo.

- ¿qué?... ah si! - me había quedado un segundo, intentando encajar las cosas, esa mañana no me encontraba muy despierta que digamos- yo... esto... me llamo, Marié... Schwarze, hummm... encantada- le dije estrechando ligeramente su mano tendida y haciendo una pequeña reverencia de cabeza.

- y si no te quieres suicidar, ¿que haces inclinada en una ventana de un 3º piso... a estas horas de la madrugada?- dije inspeccionando su cara, intentando encontrar algún signo de locura. Una cachorrita normal habría salido corriendo al oler mi esencia, sin embargo esa tonta se quedaba ahi parada, como si no tubiese miedo de mi. interesante.

Me quedé un momento observandola. Me pareció extraño que se acercara a estrechar mi mano. Tendría que tener un poco de cuidado.
-Pues justamente eso, mirar por la ventana. ¿Solamente por mirar ya tengo que querer suicidarme?- Dije, otra vez, con tono de burla amistosa. Y me giré, para seguir observando el exterior.
-Y...Siendo vampira, ¿como es que te has acercado a hablarme? Lo normal sería que no quisieras verme ni en pintura. Dije, sin apartar la mirada del exterior.

de una zancada rapida me coloqué a su lado y luego, con gracia de vailarina,salté al alfeizar de la ventana. Al ser un edificiotan antiguo las paredes eran lo suficientemente gruesas como para poder sentarme sin ningun peligro.

me acunclillé en el borde, para quedar a la altura de su rostro, no devia de estar a mas de cinco centimetros del mio.

puse el rostro mas amenazador que pude y le dedique una mueca enseñando los colmillos, intentando ver, si asi conseguía asustarla.

-tal vez sea por que estoy tan sedienta que no tenga tiempo a buscarme otra victima y me conforme con tu sangre de cachorra, y que simplemente esté esperando el momento indicado para incarte el diente- dije poniendo la voz mas gutural que encontré en mis cuerdas bocales y pasandome al final la lengua porlos labios, intentando recalcar la sed de la que se suponía que sufría. Siempre me había encantado sentir el miedo en los ojos de los demas, sobre todo si estos me lo ponían dificil.

Arqueé de nuevo una ceja, mientras la miraba directamente a los ojos, un poco desafiante. ¿Qué pretendía esta chica? ¿Asustarme? Eso debía de ser, ya que si realmente quisiera saciar su sed de sangre conmigo, ya lo hubiera hecho, sin darme una sola explicación.
- ¿Y por qué no lo has hecho ya? Has tenido mas de una oportunidad, y las has desaprobechado. No creo que sea esa la razón. Aunque si no me la quieres decir, tu misma.- Dije, sin dejar ni un solo momento de mirarla a los ojos, y sin perder la calma en ningún momento. Me tenía bastante intrigada, no entendía por qué, si realmente quería atacarme, no lo hacía; y si no quería atacarme, ¿que quería? Ese comportamiento no era muy normal, aunque siempre hay excepciones.

la ví tan seria, mirandome fijamente, desafiante... que... que... sencillamente, me dió un ataque de risa, si si, no pude evitar reirme de lo patetica que era la situacion.

-entiendo, entiendo, no si... - empecé a balbucear entre carcajada y carcajada- mira que eres una chica rara ¿eh? jajajaja... está bien, esta bien, tu ganas. ya no lo int... - a mitad de la frase me dió otro espasmo de risa, hacía tanto que no me reia de esa manera... que perdí el equilibrio, uno de mis pies se tambaleó en el alfeizar y me caí de espaldas contra en cesped de el jardin exterior del campus.

- mierda, ai... auch- me hice un poco de daño al impactar contra el suelo, y me retumbaba la cabeza, pero por lo demás me encontraba bien- tranquila - dije mirando hacia la ventana por la que había caido- no me ha pasado nada... pero creo que voy a tener moratones, para estar contenta una semana entera... auch... - me lebanté cuidadosamente, articulando cada parte de mi cuerpo para ver si tenia algo roto, nada, solo una lluvia de moratones molestos... al quedar de pié, me fijé en el agujero que había dejado en el suelo, como cuando haces un angel en la nieve... pero algo mas profundo- si ya decía yo que esta mañana no me había lebantado muy lucida...- susurré para mis adentros.

- bueno qué, ¿te vienes a dar una vuelta por el jardín? ahun queda un rato para que empiecen las clases- de dije enseñando la sonrisa mas convincente que tenía.

-No veo que le ves de gracioso.- Dije, un poco ruborizada.-De repente me has dicho eso, ¿como esperabas que respondiera?- Dije, mientras ella seguía riendose, y yo aún ruborizada por aquel ridículo que acababa de hacer.
Y entonces, cuando ella se calló por la ventana, me asomé corriendo, para comprobar si le había pasado algo malo. Cuando vi que no, no pude evitar empezar a reirme.
-¡Jajajaja! ¿No eras tú la que decías que parecía que me fuera a suicidar, asomada a la ventana? ¡Y ahora vas y te caes! ¡Jajajajaja!- Fué demasiado gracioso. Aunque intenté tranquilizarme un poco. Me había invitado a dar una vuelta por el jardín. Medité unos segundos, sobre si debía ir o no, teniendo en cuenta que ella era vampira, y yo una licántropa.
-...De acuerdo. De todas formas, no tengo nada mejor que hacer.- "Esto si será divertido." Pensé, me subí al alféizar de la ventana, y salté. Caí de pie, justo a su lado.
-Bueno, ¿vamos?-