Nombre Completo: Darah…(Olvido su verdadero nombre ahora porta el del dios que esta en su interior)
Edad: Física 23 Real perdió la cuenta hace tiempo
Especie: Vampiro poseido por el dios de la sangre.
Ocupación: Guardian del cementerio
Inclinación sexual: Bisexual (Suke mucho mas tirando a seme en las relaciones homosexuales)
Características Físicas: Mide alrededor de 1.80 /1.85 pelo castaño con reflejos semidorados, labios carnosos, cuerpo definido de guerrero, ojos azules claros, que se tornan negros cuando esta sediento o tiene algún cambios de humor fuerte.
Viste de modo elegante, mas a la moda de lo que sus años conlleva.
Tiene varios pendientes en sus orejas además de un símbolo en la espalda que nunca a dejado ver
Características Psicológicas:Calmado, tranquilo, sensual, aunque suele perder la paciencia cuando algo le altera en exceso…mandón y arrogante.
Gustos: La sangre, el silencio y la soledad cosa que nunca tiene
Disgustos: Que le desobedezcan e incumplan las reglas que ha impuesto.
Historia: Tras tres y días y tres noches de dura batalla, el único superviviente de la lucha, camino exhausto en un intento de regresar al lado de su doncella en cinta.
Sangrante y extraviado sucumbió al pesar de su cuerpo, dejándose guiar por la esencia de algo que no comprendía.
Traspaso el bosque, perseguido por las fieras nocturnas, que le hicieron llegar hasta la morada del los que ya no se levantan.
Más que un cementerio, aquel lugar parecía una ciudad de cadáveres, los panteones y monumentos se alzaban por doquier, arremolinándose entorno al edificio principal.
Sentía que sus fuerzas aumentaban a pesar de que la sangre no dejaba de manar de su brazo herido y con valor, decidido acercarse al centro de lo que parecía llevar a cabo su recobro.
Aquel lugar era inmenso abrió la puerta, la cual había estado cerrada durante siglos, quizá milenios, descendiendo por la escalera de caracol hasta la parte subterránea de aquella grandiosa tumba, viendo destacar la lagrima de cristal que le llamaba sobre la lapida de aquel ser que al parecer tanto honor merecía.
Estiro el brazo, dudando en dos ocasiones, pero a la tercera rozo con la yema de los dedos el objeto de vidrio…tiñéndolo con su sangre y falleciendo en aquel mismo momento.
-Constrúyela para mí…alza la ciudad para que ellos puedan comparecer…
El eco de la voz lo alzo de nuevo, muerto frío y sediento…intento enfocar su alrededor rememorando lo pasado, y aceptando el presente…en su interior se hallaba Darah… el dios de la sangre, haciéndole olvidar lo que una vez fue su nombre, guiándolo para que creara, la ciudad infinita, la ciudad de los grandes seres, que entorno a su tumba merecían “vivir”, un lugar de fortaleza un terreno de gloria pero sobre todo una comarca de muerte…
Otros: En su cuello porta la lagrima que inicio todo. Apenas se le ve ahora por la ciudad, es un observador de lo que sucede, se dice que pasa la mayor parte del tiempo en el cementerio, cansado de su vida y discutiendo con el ser en su interior.No pueden leerle la mente salvo que el lo desee o al menos eso pensaba hasta que conocio a Siber.
Parece que tenga doble personalidad pero en realidad, conversa con el alma del dios que porta...y lo cierto es que suelen discutir bastante.
Imagen:
El Dios que habita en el