La llegada

LLegue corriendo intentando no pensar en nada, era de noche
sali de mi casa enojado, una parte pequeña de mi me decia que no hacia lo correcto...
La otra gran parte de mi cuerpo me decia que siguiese acia delante.

El cerrar de la puerta se clavo en mi cerebro, fue como pasar una pagina de mi vida que para bien o para mal
no rectificaria jamás... iva urbanamente vestico como de costumbre con un pantalon bastante ancho mis zapatillas anchas de skater y una
camiseta bastante ancha de un ekipo de futbol americano.

No sabia donde ir ni donde acabar, lo primero que pensé es donde pasar la noche... no contava con nadie más asi que decidi pasarla en el Motel de mala muerte donde habian habido tantas terribles leyendas urbanas, sobre palizas... drogadictos... violaciones...

No me importava ya que no tenia nada que perder y lo unico que necesitava seria pensar...

Siendo asi me acerque a la puerta del motel... mire hacia atrás un instante la oscura y fria noche que yacia tras mis espaldas... La vieja ciudad dormida...
y yo ahi... enfrentandome a todo y a nada a la vez...

Cogi el pomo y sin pensarmelo dos veces decidi entrar...

No tenia muy claro si sus ojos le habían traicionado, pero creía haber visto a Karlos rondando por la ciudad, aquel muchacho que trato de ataques de ansiedad cuando el doctor se ausento.

El chico no parecía tener muy buena pinta y casi sin pretenderlo acabo por seguirle al motel, no sabiendo si debía o no acudir en su ayuda, de seguro el doctor se enojaría con ella. Pero finalmente, se adentro en el edificio, preguntándole al recepcionista donde se hallaba el muchacho, camino por los pasillos titubeando casi dándose la vuelta en dos ocasiones, para acabar frente a la puerta…llamando despacio en dos rítmicos tonos…

-¿Señorito Karlos? ¿Se encuentra ahí?

Pregunto con su dulce y sumiso tono, estando en una perfecta posición, con a espalda recta el rostro mirando al suelo y las manos cruzadas en su delantal de enfermera, esperando paciente una respuesta.

Titubente entre a pagar mi alojamiento, habia poca gente, me adentre a la barra i sin mas rodeos pagué mi estancia durante 2 noches porque necesitava para comer, el ambiente era algo barriobajero, tipicos ventiladores de techo, las mesas de maderas con algunas motas de polvo y algo de alcohol por encima, el tipico hombre adulto amargado que se pasa el dia en la barra contandole las penas al camerero y la tipica mujer que espera a su principe azul que nunca acudirá sentada en la silla junto su bebida...

La verdad esque me senti un desgraciado más... aunque guarde las fuerzas para ir a la habitación sentarme, reflexionar, centrarme en mi vida y relajarme, lo primero que hice fué lavarme la cara asearme el pelo el agua fria acaricaba mi piel relajandome y aclarandome las ideas cuando de repente.

Toc Toc sono la puerta...

oi una dulce voz que provenia desde la puerta, no podia contestar con blasfemas una voz que me hablava tan dulce... asi que con la toalla en mano i sin camiseta fui hacia la puerta secandome el pelo.

-Si... Voy. Respondi con una voz normal...

Abri la puerta cuando derrepente una extraña mujer espectacularmente atractiva entro por mis ojos, no tarde en analizarla, era perfecta... su voz, sus piernas, su cara, su cintura, sus pechos su mirada inocente... parecia que ami cuarto habia venido un angel a verme...

- Hola........ que.... desea?

Vahi le sonrío dulcemente, haciendo una pequeña reverencia a modo de saludo…

-Bu…buenas noches señorito Karlos, no se si me recuerda, yo fui la enfermera que le atendió hace unos días…

Se quedo en la puerta retorciéndose un poco las manos nerviosa, realmente no debería estar ahí, pero le era imposible no preocuparse por sus pacientes, tanto por el programa que le habían implantado, como por la personalidad que ella misma desarrollo…

-Yo…solo…le vi y pensé que…tal vez no se encontraba bien…

Agacho la cabeza jugando con el pequeño anillo en forma de cruz que portaba en el dedo, intentaba tranquilizarse pues tenia claro lo que pasaría si seguía de ese modo, y no pretendía que todo comenzara de nuevo, respiro profundo, alzando su mirada violácea hacia el chico frente a ella, tornado a sonreírle con amabilidad…

-¿Necesita ayuda?...se que no debí seguirle, pero de veras me preocupaba si no se encontraba bien…

Alli estavan los 2, mientras Karlos la observava de arriba abajo, desde su uniforme hasta el anillo que noto que estava manoseando...
al abrir la puerta se oian los llantos y algunas palabras entrecortadas de las penas del tipo de abajo que postrado en la barra contava sus penas al "barman".

- No, la verdad esque no te recuerdo. Dijo Karlos mirandola a los ojos

- Sinceramente no pase una buena racha en mi vida, me duele la cabeza y desde aquel desmallo nose... me siento
bastante diferente... Al igual que noto un vacio noto que algo se llena en mi interior.

La habitacion era pequeña, vacia con lo necesario para pasar una noche ya que no podia permitirse nada más, una cama, una mesita, un bajo bastante
sencillo con polvo y algo sucio...


-Por cierto que hace una enfermera como usted en un sitio como este?

Karlos parecia haberse tranquilizado un poco más, asi que al ver a la preciosa enfermera algo nerviosa, estiró su mano y le dio unos leves golpecitos al hombro al tiempo que decia...

- Ey! Como te llamas? Le dijo con una voz tenue ala vez que sonreia.

La verdad esque no le vendria mal charlar un poco con alguien o tener simplemente alguna persona a la cual recurrir... todo el odio que sentia al ver a la humilde y simpatica enfermera, se tranquilizaron...

Invitandola a pasar y acomodarse en la cutre habitación, Karlos abrio el pequeño minibar que habia en la mesita, y se puso una copa de Licor fuerte... lo necesitava... porque aquellos dias serian... Muuuuy Largos...

La enfermera entro aun retorciéndose un poco el dedo, pero alzo el rostro ante las preguntas…

-Yo…yo simplemente estaba preocupada, suelo hacerlo por mis pacientes, y si, supongo que no debe de ser agradable rememorar algo así…pe…pero no puedo evitar preocuparme…

Si a parte de la programación que el doctor le había implantado, ella misma desarrollaba ese sentido del cariño por todos y cada uno de sus pacientes…
Se mordió sus carnosos labios cuando le pregunto su nombre pero finalmente dio un paso hacia delante acercándose al muchacho y sonriéndole con dulzura algo mas tranquila…

-Me llamo Vahi…

Musito haciendo una gentil reverencia…

Karlos se sento en la cama, tranquilo y conciso miró a aquella enfermera, lo cual hizo que se quedase más de un momento atónito mientras mirava su explendorosa figura... Vio que aquella enfermera estava algo nerviosa Vahi dijo que se llamava un nombre gracioso y bonito a la vez algo sutil...

-Asi que te llamas Vahi? no?

- Un placer yo me llamo Karlos O'Konnor! (Levantandose en aquel momento para darle dos besos en la mejilla a aquella enfermera para presentarse)

-La verdad esque me he independizado por suerte o desgracia inesperadamente.. y me gustaria....... (mira hacia el techo rascandose la cabeza) saber si supieses algun sitio donde encontrar algun empleo o trabajo donde pudiera trabajar y ganarme un dinero para poder vivir... ( sonrió a aquella bella enfermera que no parava de mirar al suelo).

- Ponte comoda amiga y cuentame sobre tu vida, no tengo sueño y no me vendria mal una grata compañia... (gesticulo enseñandole la cama o la silla).

La verdad esque no eran tipicas palabras para O'Konnor pero no sabia que encontrava en aquella chica que le hacia sentir tan agusto, tan cuidado... al fin sabia que aunque fuese alguna persona por travajo o voluntad.. sabia que existia y eso le congratuló...