Eidrien Bethlen

Nombre Completo: Eidrien Arkain Bethlen


Edad: 300 años, aunque en realidad aparenta 17


Especie: Vampiro


Ocupación: Director del Campus Escolar "Eternity" y Profesor de Historia Perdida


Inclinación sexual: Homosexual/Suke

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Características Físicas: Eidrien mide aproximadamente 1.76m de estatura y pesa 62kg, Es un hombre precioso por donde se le mire, de piel níveo con u naire pálido y mortecino, aterciopelada y la vista se asemeja a la porcelana, es casi tan suave como la seda, a pesar de que él no haga absolutamente nada para cuidarla, sin ninguna, marca, estría o cicatriz que pueda dañarla, exceptuando el tatuaje en forma de nudo céltico que se situaba en la base de su columna vertebral, que de a ratos se transforma en un pequeño dragón con personalidad propia que dependiendo de quien le mire o le “mime” puede actuar de una manera u otra, extendiendo sus alas o bostezando, alejándose o dejándose consentir (fue hecho por un gnomo, cuando andaba de vagancia por las riberas irlandesas, en pago por un favor); sus cabellos plateados caen lisos hasta sus su cintura en un corte “desmechado” que la dá una apariencia un tanto juvenil, de nariz fina y respingada, labios finos, bien delineados , de un suave tono rosa a juego con las hermosas orbes aguamarina que se gasta, de manos finas y delicadas, delgado pero no en exceso , vientre plano, cintura bastante estrecha, caderas rectas y piernas torneadas.

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Características Psicológicas: Decido y perseverante, cuando quiere algo, lo consigue, le cueste lo que le cueste... No acepta un “no” por respuesta y perder no es una opción, muy ambicioso en cuanto a sus metas se refiere.. Obsesivo, estresante, mandón, objetivo, inteligente, sagaz, algo mordaz, calculador, terco, caprichoso, detallista, observador, de buenos modales, cortes, educado, delicado y refinado, teniente de movimientos agraciados y sensuales, de un encanto particular que le hace “hipnotízante”, divertido si se sabe “por donde llegarle”, amistoso y tratable, decidido y seguro de si mimo… MUY mal perdedor, malcriado y de mal carácter a veces, un tanto volátil ,le fascina disfruta de los placeres de la vida sin remordimientos, se obsesiona fácil con las cosas , no sabe ni le gusta perdonar nada vengativo pero cuando le haces algo sencillamente quedas marcado, sumamente desconfiado, es difícil que le crea a alguien, finge que escucha a la gente cuando en realidad nunca lo hace, cuando entabla una “conversación” con alguien él solo se limita a responder lo que el otro quiere escuchar quitándose rápidamente el “fastidio” de encima, pocas personas le conocen como de verdad es y es que casi ninguna le llama la atención lo suficiente como para intercambiar ideas, gusta más de perderse en sus propios pensamientos como nadie, no es muy sociable o bueh, no por sus propios medios ya que pocas veces él se acerca a la gente, la gente se acerca a él …. Celoso y posesivo a mas no poder, lo que es suyo es suyo, de nadie mas!!!! No soporta a los niños, no les tiene paciencia, maldad que le pongan un bebe en brazos y entra en pánico, completamente inútil para la cocina, los oficios de la casa y cualquier cosas que eso implique… Todo un rebelde sin causa que hace lo que le dá la gana cuando le dá la gana, nada predecible, nunca se sabe que es lo que piensa realmente.

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Gustos: el sonido del agua, los masajes, la gente que le hace reír, disfrutar de la música clásica a todo volumen, beber, los gatos, su adorada biblioteca de 3 pisos, un buen libro, una charla amena e interesante, pasear tranquilo, los ambientes naturales poco comunes, los ríos, lagos y cascadas que le embrujan, lo maravillan de tal manera que puede pasarse horas viéndolos casi sin pestañear, adora viajar, le encanta que le acaricien el cabello y lo consientan.

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Disgustos: Que las cosas se le salgan de control, que no se haga lo que ordena, la gente incompetente, los niños, la gente envidiosa y doble cara, que le mientan, que le quiten la razón o le lleven la contraria… No le gusta estarse quieto, para él eso es misión imposible, la bulla, que lo molesten cuando lee o escribe, que le digan “No”, las personas infantiles, la inmadurez, la gente vacía, las mujeres … No soporta que la gente se le quiera imponer…

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Historia: De Eidrien no hay mucho que contar, jamás conoció a sus padres y creció en un orfanato criado por monjas; rebelde y travieso desde pequeño no podía quedarse quieto, no toleraba las misas y las intensas sesiones oratorias pues el dios del que tanto le hablaban no le iba ni le venía, gustaba de hacerle un sinfín de bromas a las pobres mujeres del convento y terminaba castigado por horas. Cuando tenía 6 años un nuevo cura llego al convento, el padre Maximillian lo tomó bajo su cuidado y tutela, enseñándole entre otras cosas el maravilloso mundo de los libros, encargándose de educarlo y refinarlo, pasando la mayor parte del tiempo juntos, hecho que desencadenó en la extraña y especial afición del pequeño por el padre, sintiendo que aquella era a la única persona en el mundo a la que realmente le importaba intentando, por esto, mantenerse siempre lo mas cerca de él, adorando sus gestos, sus palabras y aprendiendo de su sabiduría; a través de él conoció el mundo y las maravillas del universo que le aguardaba fuera de los muros de la iglesia, teniendo al de ojos azules en un pedestal, hacía todo cuanto le decía, era el único poder humano capaz de dominarle a su antojo, si el cura le mandaba que se lanzara de un acantilado en la playa este sin chistar le obedecía pues la palabra de Maximillian era ley para él, así Eidrien creció y se hizo un joven apuesto y educado, inteligente y ávido en cualquier campo, que soñaba despierto con ser médico.

El día en que cumplió 15 años estaba realmente emocionado, pues aparte de la pequeña celebración que le había hecho las monjas, Maximillian le había dicho que le tenía un regalo especial que le gustaría mucho, en realidad él no se imaginaba que podía ser pero la ansiedad le estaba matando, la “cita” era en la capilla a las 11pm pero el muchacho decidió ir un poco antes, caminaba felizmente nervioso por los pasillos, peinándose los cabellos y arreglándose el atuendo como nena enamorada, preguntándose si estaba muy formal o demasiado andrajoso, refulgiendo sus preciosas orbes verdes aqua con el brillo de la luna que se colaba por los inmensos ventanales del convento mientras en él la horrible sed del nerviosismo se hacía presente. Ya cuando entraba a la capilla oyó algunos agonizantes gemidos que le paralizaron, su corazón comenzó a latir aprisa y su respiración se tornó irregular; precavido como era se adentró en la estancia, esta vez con cautela, escondiéndose tras las columnas hasta llegar al confesionario detrás del cual se ocultó, para dirigir la vista hacia el altar y presenciar una escena que le horrorizó, un hombre con sotana, alto, de cabellos negros azabaches y ojos tan azules como el cielo tenía a la madre superiora tomada de las caderas en inclinada hacia atrás, en una pose de película, besándole el cuello con pasión, o eso parecía a sus ojos; se sentía dolido y decepcionado, para eso le había llamado? Para que viera como se acostaba con una mujerzuela, para “deleitarlo” con la vista?; a Eidrien se le aguaron los ojos, quiso gritar de la rabia, de los celos, de la impotencia tan grande que lo llenaba, apretaba los puños hasta lastimarse al encajarse las uñas en la palma de la mano y pequeñas gotas saladas le recorrían el rostro deformado por el dolor, no sabía ni siquiera que hacía ahí y no soportando mas, justo cuando iba a dar media vuelta, vió como su adorado tutor se separaba de la mujer con los labios manchados de sangre y dos pequeños y puntiagudos colmillos asomándose por su labio superior que se curvó en una demoniaca sonrisa al notar su presencia, a Eidrien le costó eones asimilar lo que veía, el hombre había soltado a la desafortunada cayendo esta por los pequeños escalones que separaban el altar de la estancia de los bancos, dejando ver dos sanguinolentos hoyuelos en su yugular, de los cuales aun escurría sangre, el peliplata no creía lo que veía y aparte de no creerlo, no lo entendía, su mente confundida solo gritaba una cosa “Huye” y así los hizo, se giró y corrió con todas sus fuerzas hasta la salida, pero cuando iba a cruzar la puerta de su salvación el imponente hombre le truncó el camino, y susurrándole un “no pensé que llegarías tan pronto” le tomó de la barbilla y le besó con desenfreno, la confusión del muchacho creció y aunque se sentía en la gloria todavía tenía los bríos para intentar zafarse y así lo hizo, pataleó y peleó contra el otro que lo que hacía era sujetarle aún más, inmovilizando al adolescente con una fuerza descomunal, pegando las caderas del muchacho a las suyas hasta que el toqueteo inmoral de las manos del adulto bajaron a sus muslos y levantándolo de estos, enredó las piernas del peliplata en su cintura, sin dejar de comerle la boca y mordiéndole el labio inferior con saña hasta hacerle un pequeño pero profundo corte, Eidrien gimió y ya sin oponer resistencia se dejó llevar hasta detrás del mesón de ofrendas donde se dejó desvestir y entre descaradas y ardiente caricias se deshacía en gemidos, jadeos y suplicas, estremeciéndose ante las frases obscenas susurradas a su oído dejándose poseer una y otra vez con dulzura y fiereza, fundiéndose con el otro cuerpo en un acompasado pero desenfrenado vaivén de caderas, hasta que el mayor tanteó con sus caninos en el fino y pálido cuello de su aprendiz a lo que este se estremeció pero debido al exuberante grado de excitación le dejó hacer, estimulado por el “aun no te he dado tu regalo” que el cura le susurró al oído, sintiendo mas tarde enterrarse los colimillitos en su piel sacándole un gemido de dolor y placer mientras el mayor comenzaba a succionar el rojizo y vital liquido que le pertenecía al chico, sin darle descanso a las fuertes embestidas que le propinaba, haciéndole sentir a desfallecer, y justo cuando este no podía más Maximilliam le asió de la cadera y cambió de posiciones colocando al muchacho sobre él, para abrirse con la uña una considerable y profunda herida en el pecho ordenándole que bebiese y Eidrien obedeció gustoso. A la mañana siguiente se encontraba completamente desnudo enredado en sus propias ropas acostado en la mesón marmoleado del altar, con los recuerdos frescos de la noche en que tocó el cielo y el infierno con las manos al mismo tiempo, la noche de placer desenfrenado en la que su cuerpo no tubo descanso hasta el amanecer, sintiendo aún el aroma del padre por todo su cuerpo, que dejando de un lado eso, sentía realmente extraño, diferente, y hallándose solo ante la extraña desaparición del cura del convento tubo que huir de allí y aventurarse al mundo desconocido hasta entonces para él y con su reciente condición de vampiro, aprendiendo de sus fatalidades y graves errores la naturaleza, habilidades y debilidades de los de su raza, convirtiéndose en un alma perdida que vaga en las noches por el mundo, sin conocer impedimentos ni fronteras que pudieran detenerle, descubriendo mas allá del mundo mortal, el obscuro universo de las tinieblas en el que su mentor le había abandonado como regalo de quince años.

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Otros: Adora la música, toca el violoncelo nadie jamás ha logrado escucharle pues no toca mas que para sí mismo; cuando le dan masajes casi ronronea y es especialmente sensible en los costados, se duerme si se le acaricia el cabello así sea por 5 minutos nada más, maniático del orden, no puede tener las cosas en números impares, cuando esta muy nervioso tiende a beber demasiado liquido y las noticias fuertes o las sorpresas le provocan nauseas... Jamás ha podido entablar una relación realmente seria con nadie. Posee un lado bueno y asquerosamente tierno que ni él mismo conoce.Concertista y escritor ocioso...

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