Un mauyido de soledad

¿Cuantas veces había caminado por aquel bosque en aquella hora en la que el sol parece despedirse para dar paso a la noche, pero todavia queda algún resquicio de luz?, la luz del atardecer le confería una tonalidad mas rojiza a aquel suelo lleno de hojas que quebraban bajo mis pasos solitarios.

El mismo claro de siempre, el mismo árbol desde hacia tantos años....recuerdos dolorosos de soledad en el silencio de aquel lugar mientras el sol desaparecía y la oscuridad me cubría haciendo que el exterior y mi interior se vieran igual de oscuros.

-Me siento sola-solo un susurro una suplica silenciosa al propio bosque pidiéndole que me trajera compañia.

Me encarame a aquel árbol al que cariñosamente apodaba "el viejo" y sentada sobre una de sus ramas comencé tocar el violín, que me había acompañado todo aquel camino. Una melodía triste y enigmática salido de sus cuerdas llenando todo el bosque, yo ya no escuchaba nada mas, solo aquellas notas que presentaban mis sentimientos y que los dejaban libres para desahogar mi corazón

No podía evitarlo, aquel lugar me encantaba aunque procuré no adentrarme en exceso pues en las profundidades había todo tipo de criaturas y más cuando una de ellas, una manticora en concreto, me atacó.

Aún llevaba una venda que cubría la herida en el brazo izquierdo, vestía una ligera camiseta sin mangas y unos pantalones finos de algodón e iba comiendo de aquellas moras que encontré cerca del río de sangre pues el mal sabor de boca aún me duraba.

¿Un violín? ¿Aquí? Comencé a seguir aquel dulce sonido hasta encontrar a una jovencita tocando aquel instrumento, estaba subida a una de las ramas y parecía desconocer lo que este bosque aguardaba. Me quedé un rato callado, escuchándo aquella melancólica melodía.

Note una presencia en aquel lugar, pero no le di importancia, muchas veces alguna criatura había venido a escuchar mis pequeños conciertos nocturos, era un pacto no escrito con las criaturas del bosque, por cada melodía tenia una hora de impunidad en aquel lugar.

Al abrir los ojos vi a un humano, que supuse no se había percatado de los tres lobos, el troll y la araña gigante que tenia detrás, por lo que sonreí de manera traviesa.

-Yo de ti correría humano-dije en voz alta-o te convertiras en su cena en cuanto espabilen un poco-señale tras de el

Me giré y efectivamente allí estaban esas criaturas, era extraño pero aquella música parecía camelarlas. Esbocé una timida sonrisa, no eran criaturas realmente peligrosas pues me había enfrentado a ellas con relativo esfuerzo. Me subí al árbol para quedar a la altura de la muchacha, tenía rasgos gatunos adornando su apariencia infantil.

- Tocas estupendamente - susurré mientras la escuchaba

Y yo que pensaba que lo veria correr de un lado a otro despaborido mientras los "animalitos" intentaban darle caza....me habia quedado sin deiberson.

-Gracias por el cumplido-susurre mirando a uno de los lobos que lazaba mordiscos a la araña-pero no es nda especial, he tenido demasiado tiempo para aprender, no tiene merito.

Mire al chico en cuestion de reojo, era rubio y tenia unas facciones encantadoras, no obstante como me dictaba mi naturaleza, no me fiaba ni un pelo de el

-¿Tu nombre es?-interrogue al chico

- Mateo - musité, aquella joven era desconfiada, muy desconfiada y hacía bien en hacerlo aunque esta vez fuera con la persona equivocada pues no tenía planeado dañarla, ni mucho menos.

Mantuve un rato el silencio, las bestias comenzaron a pelear entre sí y los lobos parecían tener ganada la batalla pues el troll estaba inconsciente en el suelo y la araña yacía muerta.

- ¿Y puedo saber tu nombre yo? - le pregunté con una sonrisa encantadora - es extraño encontrar a alguien joven por aquí pero al parecer no lo eres tanto.

Mire a las bestias que se peleaban y mataban entre ellas alli abajo, era un espectaculo terriblemente cruel, pero a la vez tenia su encanto, que los seres mas debiles al haberse asociado hubiena logrado acabar con los mas fuertes....era simplemente fascinante.

-Me llamo Azrael...Azrael Nekoi-dije algo mas animada por aquel extraño espectaculo-y por cierto es una groseria preguntar por la edad de una chica, pero si soy mas mallor de lo que parezco.

Aquellos lobos tendrían problemas si ese troll se regeneraba, cogí una ramita seca que estaba suelta en la rama y con la magia aprendida le prendí fuego para lanzarla sobre el cuerpo de la criatura, la cual comenzó a arder. El fuego no tardó en consumirse y los lobos se marcharon a los pocos momentos.

- Son unos animales hermosos, ¿no te parece, Azrael? - murmuré contemplando cómo se marchaban

Finalmente la batalla termino, pero fue por intervención de Mateo, cosa que yo no veía bien, los seres humanos no Debian meterse en asuntos de criaturas del bosque, solo traía problemas, ya que estas se vengaban unas de otras por reyertas ya casi olvidadas.

-Si, son muy hermosos-susurre-y en su belleza y atractivo es donde se esconde el gran peligro que representan, nunca debes fiarte de algo por que sea hermoso...acabaras mal-le mire de reojo, pensando si estaría bien darle un empujoncito para que cayera del árbol y se lo comieran, nadie podría decirme nada, allegaría que había sido un accidente y seria otro ser humano menos de quien preocuparse. Acabe retractándome, el no tenia la culpa de que no estuviera de buen humor, mire el reloj ya habían pasado casi 50 minutos el tiempo de paz para mi se terminaba y algunas criaturas que conocían el pacto se acercaban dispuestas a alimentarse de aquel chico y de mi al menos descuido con el tiempo-La llevais clara, que me voy a despistar-dije clavando mis ojos en unos que se veían en la oscuridad y que parecían multiplicarse por segundos.

Lleve el violín a mi hombro y comencé otra melodía moviendo el arco con fluidez, una melodía rápida y algo estridente pero que me encantaba

http://es.youtube.com/watch?v=oLWjvKvZYdg&feature=related