Una nueva actuación

- ¿Estás seguro? - sonreí - no quiero que tu tampoco te veas obligado.

Permanecí en silencio un momento, estaba aún extrañado por su ausencia de voz, algo más le había ocurrido

- Kiren, ¿que ocurrió con tu voz? - le dije con tono preocupado - me...preocupa lo que te ocurrió, igual hay una solución

Kiren se mordio el labio. Si queria el amor de Mateo debia de ser sincero con el... Pero al mismo tiempo no queria que se involucrase en sus problemas, que se preocupase demasiado por el... A pesar de ello lo miro fijamente y le dijo la verdad.

-"Me meti en un lio en el cementerio... Estaba enfadado y obcecado por lo que paso el ultimo dia que nos vimos, y estaba fuerza de control... Ya no tengo cuerdas bucales, Mateo... No podre hablar jamas"-le dijo tristemente bajando la mirada.

Me quedé blanco ante tal noticia -Qué.......¿qué paso?.......no...no me lo explico.....no... - acaricié su rostro, estaba aterrado y consternado pero quería saber exactamente lo que ocurrió, igual había una pequeña esperanza - el cementerio es un lugar.....prohibido, ¿verdad? - pregunté

Le cogí la mano de nuevo, apretándola fuerte para sentirla y que él sintiera la mía

-"Esta prohibido, pero en ese momento las normas me importaban bien poco... De hecho estoy seguro de que si ese hombre me hubiese matado habria sido el demonio mas feliz que jamas haya existido..."-musito en su mente-. "Yo entre en ese lugar, me comporte como todos los demonios... Como habrian querido los mios que fuese... Fui arrogante, presuntuoso y bocazas... Y he acabado sin voz..."-le explico.

- Ese hombre.... - susurré - ¿te hizo esto? - cerré los ojos y suspiré profundamente, sentí que debía hacer algo pero él no debía saberlo, no querría que me implicase bajo ningún concepto, lo que tenía claro es que no tardaría mucho en ir al cementerio y buscar a ese hombre.

- Descansa Kiren, has pasado por un mal día, un día pésimo, duerme y mañana te encontrarás mejor - susurré volviendo a besar su frente - me quedaré esta noche aquí, no quiero dejarte solo.

-"No he podido dormir en todos estos dias, no creo que pueda dormir ahora..."-le dijo visiblemente triste. Le habria gustado poder hablarle directamente, poder abrazarlo con fuerza, cerciorarse de que era real... Saber que lo amaba. Pero eran todo imposibles. No podia hablar, no podria decirle nada. Era demasiado cobarde como para abrazarlo en ese momento, y se reprendia una y otra vez a si mismo por ello... Y no podia convencerse de que Mateo lo amaba porque sabía de sobra que no era cierto-. "Prometeme que no te meteras en problemas por mi..."-le dijo. Quera estar seguro de que no iba a hacer ninguna locura con tal de recuperar su voz, no queria que le pasase nada.

Le sonreí para que se tranquilizara, era el momento de utilizar algo aprendido en las clases de magia, un pequeño conjuro de sueño para ayudarle a dormir.

- Duerme Kiren - dije mientras me concentraba al tiempo que extendía mis manos hacia él - no te preocupes, todo va bien, todo va bien... - vi que Kiren cerraba los ojos y caía profundamente dormido, momento que aproveché para tumbarme en el otro sofá para tumbarme y poder descansar yo también.

- Buenas noches....

De repente se sintio muy cansado, le pesaban los parpados y todo el cuerpo se le entumecia. Era una sensacion que hacia demasiado que no sentia... Una sensacion de sopor realmente agradable, y gracias a ella cayo en un sueño profundo y tranquilo al principio, hasta que en sueños se le aparecieron esos ojos rojos terribles, que lo habian mirado con esa frialdad mientras acababa con sus cuerdas bucales... Entonces el sueño se volvio agitado.

Kiren se agitaba, el pobre muchacho no podía estar tranquilo ni en sueños. Me levanté y besé su frente de nuevo - todo va bien Kiren, todo va bien, no pasa nada... - susurré para que pueda tranquilizarse y descansar como necesitaba.

Cogí una manta del armario y le cubrí con ella, arropándole pues estaba temblando de frío - descansa....

Aun dormido, agradecio el roce de la manta sobre su piel, que empezaba a estar fria. Ademas ese nuevo beso en la frente parecio actuar en el como un calmante. Se tranquilizo notablemente, y la siguiente mirada que vio en sus sueños fue la de Mateo mientras lo tomaba de nuevo, besando cada recoveco de su cuerpo... Y deseo que el sueño se hiciese realidad por una vez en su vida...

Sonreí, Kiren parecía algo más tranquilo e incluso parecía disfrutar con ese nuevo sueño.

- Así Kiren, descansa - murmuré para mis adentros mientras volvía a tumbarme en el sofá contiguo, poco a poco cerré los ojos de nuevo para volver a dormir.

Tras unas suculentas horas de sueño, Kiren desperto encontrandose mucho mejor. Su garganta ya no le dolia casi nada, aunque aun la sentia vacia y sin voz. Tomo la manta que lo cubria entre sus manos, y aspiro el olor de Mateo en ellas. Seguro que el lo habia tapado. Sonrio suavemente y se levanto para acercarse al sofa en el que Mateo descansaba. Se arrodillo junto a el y lo contemplo embelesado mientras dormia, acariciando de vez en cuando sus cabellos, con cuidado para no despertarte.

- ¿Has dormido bien, Kiren? - pregunté con los ojos cerrados, llevaba un tiempo despierto pero me mantuve en la misma posición para relajar mi mente. Sonreí al notar que me contemplaba, que acariciaba mis cabellos, el pobre necesitaba sentirse querido pero de momento, como le dije, no podía ofrecerle más que amistad.

Abrí los ojos y le miré, parecía más descansado y de mejor humor, poco a poco lo iría superando todo.

-"He dormido de maravilla, gracias a ti claro... No se que me hicistes para dejarme dormido, pero si se que por la noche me consolastes cuando lo necesite..."-le dijo señalando significativamente la manta que habia dejado en el sofa en el que habia descansado-. "Gracias"-le susurro dandole un beso suave y tierno en la mejilla-. "No tendrias por que haberte quedado aqui, podrias haberte ido cuando estuve tranquilo, ¿no?".

- Sonreí acariciando sus cabellos, los tenía algo revueltos - anoche usé un pequeño conjuro de sueño que aprendí en las clases de magia, al parecer funcionó bastante bien.

Me levanté y me dirigí al armario, aún estaba desnudo, y comencé a coger la ropa que me pondría - ¿Vienes a desayunar? Invito yo, el jefe me dio un extra por sustituirte anoche - le pregunté con tono jovial.

-"Entonces me alegro de que estuvieses atento a las clases de magia"-le dijo con una sonrisa, planteandose luego la proposicion que Mateo le habia hecho-. "Esta bien, aunque te advierto que no como demasiado... No me gusta llenarme"-le advirtio mientras se dirigia a su propio armario para cambiarse de ropa, ya que aun llevaba los pantalones del show que habia dejado a medias. Se puso unos pantalones de cuero negro muy ceñidos y una camiseta de tirantes de color granate.

Terminamos de vestirnos y besé su rostro de forma tierna, aún parecía algo decaído - Ya verás cómo tomado algo caliente te calma la garganta del todo - murmuré - conozco un lugar donde hacen una buena bollería con un buen chocolate caliente.

Salimos por la puerta alegrándonos de que un día nuevo empezaba, dejando el anterior atrás

[Tema cerrado]